30 de septiembre de 2013

LETARGO


Por la cómoda calle de la resignación
Una mujer deambula
Viendo cómo la vida pasa cerca de allí
Pero ella ni se inmuta.
Y al cruzar la primera esquina de la vejez
—Ahí, por la cuarenta—
Con necedad  se aferra a una pared de cristal:
La hipócrita belleza.
Siente cómo la invade ese hastío de vivir
Muriendo un poco.
Y en un feliz minuto encuentra su verdad
Pero no logra asirla,
Entonces se desploma, pues no soporta el peso
De la desidia.
………………..
…una mujer recorre la misma calle…

Y acaba de doblar la quinta esquina.

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