Por Mary Zamora
......la melodía se arrastra perezosa y lejana y suguiere a mi mente una campiña: ejércitos de árboles cuyos brazos no alcanzan el cielo pálido, en tanto que la brisa de la tarde juguetea con los rayos del sol por entre las ramas temblorosas.
A lo lejos, la vetusta cabaña huele a frescura, a limpieza, a pulcritud campestre.....
La niña de las trenzas perfectas y las manos frágiles, corre en pos de alguna mariposa, o de algún arcoíris, o de alguna nube, mientras la avejentada y solícita madre de años indescifrables y callosos quema sus penurias en el fogón....
Afuera todo es bello.Tanto, que hiere los ojos de un observador acostumbrado solo al frío.
Me encanta, lo sostengo, es imperdible cada escrito tuyo.
ResponderEliminarBello, felicitaciones.