26 de abril de 2014

Necedad



De nuevo escucho al  viento, millonario en suspiros,
arrastrar sordamente su melodía amorfa,
por un cruel artilugio recibe las palabras
para reproducirlas convertidas en sombras.

Lo escucho y siento pena, ¡pobre viento cansado!
del ímpetu baldío en su melodía sin forma
¡Tantos oídos sordos para sus torpes gritos!
¡Mil voces escuchadas, pero ninguna propia!

Él cumple sin embargo aquel  sino inexorable,
Repitiéndolo siempre con lentitud nocturna:
Ser el amo y señor de la palabra muerta
pero no ser capaz de retener alguna,
pues cuenta la leyenda que antaño  fue un poeta

cuyos osados versos sonrojaron la luna.

2 comentarios:

  1. Como siempre, me encanta. Gracias pro compartir los deliciosos frutos de tu talento.

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    1. ¡Mi Dianis hermosa! Es una halago viniendo de una verdadera poeta como tú.

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