Hay bienes intangibles que no nos
pertenecen,
Efímeros momentos que ocurren y se
van
En cuanto están más vivos, más
rápido perecen
Por más que en retenerlos fijemos
nuestro afán.
La dicha, por ejemplo, engañosa y
esquiva
Que se finge perpetúa, sólo es
desolación
Vistiéndose de gala oculta la hiel
nociva
Que vierte a su capricho, carente
de razón.
Y la paz ¿es acaso algo distinto de
un sueño
Que a fuerza de soñarse se antoja
material?
Buscar una utopía es inútil empeño
Por ende todo esfuerzo es riesgoso
y banal.
¿Por ventura algún hombre puede
decir que goza
Sin restricción alguna de plena
libertad?
La voluntad no es libre pues cede
vergonzosa,
Ante las embestidas de la
oportunidad.
¡Palabras solamente, vacías y sin sentido!
Amor, dicha, esperanza, felicidad y
paz
¿Quién puede asegurarme que las ha
conseguido?
¿Quién luego de obtenerlas no ha
padecido más?
No hay comentarios:
Publicar un comentario