24 de octubre de 2018

DE CIUDAD



Por lo general, es gris. ¡Hermosamente gris! Ella sabe del temprano aroma del café y del apresuramiento de los caminantes. Conoce de cerca el apetito de las palomas, las manos compungidas que se quedan sin limosna, los hijos del arte que resisten en cada función, los disímiles atuendos, acentos y colores, el eco de los ladridos, la sombra de antiguos llantos. ¡Los conoce, los vive, los propicia, los soporta! Ella, la joven matrona de casi quinientos años que no sucumbe ante el peso repulsivo del concreto enquistado en sus montañas, arropa millones de almas bajo su enérgico manto gris. 

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